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Introducción, por Fulgencio Castañar
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Introducción histórica, por Ismael Pulido Chinarro
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Construcción de palas. [vídeo]
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Documental. [vídeo]
Introducción
La aceleración tan rápida que se ha producido, a lo largo del siglo XX, en la vida rural, se ha llevado por delante numerosos oficios tradicionales, algunos de los cuales tenían sus raíces en la remota Edad Media.
Gracias a los reportajes audiovisuales en los que se reconstruyen los diferentes procesos de una actividad laboral podemos conocer muchos de ellos. De otros sólo quedarán imágenes sueltas y las descripciones escritas que se hayan hecho sobre ellos. Por eso tiene una gran importancia la labor que ha llevado a cabo la asociación cultural Asenda al promover la grabación de este reportaje sobre una profesión tan especial como es la fabricación de palas de madera de una pieza en la que estaban especializadas varias familias de El Arenal. La contemplación de este audiovisual le permitirá conocer al espectador el duro quehacer de los paleros. Sus protagonistas reviven su oficio y, al calor de la chimenea, nos recuerdan, además, las dificultades que les tocó vivir y cómo la lucha por la vida empezaba entonces a unas edades que, a muchos jóvenes de nuestros días, les parecerán increíbles. Y eso les convencerá de que los poetas, por muy alto valor que posean, no siempre tienen razón en sus afirmaciones, nos referimos a Jorge Manrique y a su conocida frase de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”.
Y cuando vean una pala de esta en cada casa de sus abuelos o en un museo comprenderán la cantidad de esfuerzo, riesgo y trabajo colectivo que cada uno de ellas encierra.
Fulgencio Castañar. Catedrático de Lengua y Literatura Española.
Introducción histórica

En El Arenal a principios del siglo XX, podrían existir alrededor de unos 40 paleros, que trabajaban en cuadrillas de 3 o 4 personas, familiares o amigos, ocupándose cada uno de una operación en el proceso.
Los paleros trabajaron en el municipio y pueblos de alrededores como Guisando, Arenas, Candeleda e incluso pueblos de la Vera como Madrigal o Villanueva. Estos vivían cuando estaban fuera de casa en chozos o casillas, lugares donde solían tener el rancho, lugar donde se preparaba la comida, se dormía y se domaban las palas.
Según data el Anuario Bailly-Bailliere (1947), en El Arenal durante los años cuarenta se encontraban censados diecisiete personas ligadas entorno a la construcción de palas para la agricultura. Los últimos paleros de los que tenemos referencia trabajaron hasta el año 1956 ó 57.

Las palas se utilizaban principalmente en el proceso de trillado de cereal para separar la paja y el grano, después de haber pasado la mies por la trilla, proceso consistente en después de haber pasado la mies por la trilla, se procedía al aventado, echando con la pala la mezcla de paja y trigo en una corriente de aire separándose esta por diferencia de peso, el grano y la paja.
También se vendían palas normalmente por encargo, para los tejares donde se hacían ladrillos y tejas, utilizándose para el amasado del barro, ya que el barro se pegaba menos en estas que en las palas metálicas, teniendo la peculiaridad de ser más gruesas que las de cereal.

Para su construcción se utilizaban árboles cuya troza (tronco) no servía para la obtención de vigas, tablones, traviesas para vías de ferrocarril y tablas, pues se necesitaban trozas más largas. Esto originaba que trabajasen en la misma zona cuadrillas de serradores y paleros.
En la mayoría de los casos se trabajaba para un vendedor, normalmente del pueblo, a jornal o ajustado el precio de la docena de palas. El jornal podía ser hasta un 50% más alto que el de otras labores agrícolas como las de cavar o segar. El vendedor enviaba las palas en camiones y trenes a los mercados de Extremadura: Trujillo, Cáceres, Plasencia, Zafra, Mérida, Coria, Badajoz y a algunos de Castilla como Piedrahita, Barco de Ávila, Arévalo, presentándose con una caballería el día del mercado y vendiendo todas las que podían, vendiendo el resto sobrante con la caballería en los pueblos de los alrededores del mercado.
Las posibles causas por las que se dejan de fabricar las palas de una sola pieza son por un lado, la inmigración masiva, otra, la aparición en el mercado de una pala hecha en fábricas con mango de madera atornillada a una base de tablero curvado de contrachapado, más baratas y de peor calidad. Y por otro, la más importante, es la mecanización agraria de los años 40 y principalmente en los 50 que es cuando se comienza a mecanizar el campo apareciendo segadoras, aventadoras manuales y mecánicas, segadoras-trilladoras que dejan de hacer necesaria la labor de la trilla y por tanto del uso de la pala.

Ismael Pulido Chinarro