Presentación
Hace algunos años cuando empezó a cuajar la idea de crear una asociación de senderismo y nos pusimos con presteza a elaborar los estatutos para evitar que se quedara todo en agua de borrajas, ya surgió la idea, entre otras, que con tiempo y tesón se llevará a cabo, de hacer una exposición de fotografía antigua sobre El Arenal.
La tarea era ardua. Sabíamos que lo más importante era romper la desconfianza inicial de la gente a desprenderse de las fotos que desde tantos años atesoraban en sus casas como auténtica reliquias.
La táctica de enseñar las fotos que se iban recogiendo a los que se sabia que pudieran tenerlas animaba a la gente a sacar a la luz las propias, y así, poco a poco, tras muchos días de visitas, se pudo recoger suficiente material para hacer una primera exposición fotográfica en octubre de 1997 con aproximadamente un centenar de instantáneas.
La masiva asistencia de público nos llevó al compromiso de repetirla en el verano siguiente, doblándose prácticamente las fotografías presentadas respecto a la primera exposición de Raíces de El Arenal.
En esta segunda ocasión se agruparon por bloques temáticos haciéndose el recorrido mucho más ameno y atractivo. Podían verse instantáneas de calles de El Arenal, así como otras con motivos de bodas, fiestas, procesiones, corridas de toros, vítores, etc, de las siete primeras décadas de este siglo.
A raíz de esta pequeña exposición nos propusimos, aprovechando que teníamos tan valioso material y antes de devolverlo a sus dueños, previo consentimiento, fotocopiarlo para hacer si fuera posible un libro que recogiera toda la historia de El Arenal y de sus gentes. Era una ocasión única y no podíamos moralmente permitir que esas joyas, que cada uno guardaba como oro en paño, no fueran compartidas por todos los arenalos.
Se hizo un primer sondeo, entre los asistentes a la exposición, sobre si sería factible esta idea y el éxito parecía asegurado. La gran mayoría de los que acudieron aplaudieron la idea e incluso rellenaron un cuestionario donde se comprometían a adquirirlo en caso de llevarse a cabo este documento de fotografía antigua.P
Por último, este libro no se habría llevado a cabo sin la inestimable aportación de todos los vecinos, que han colaborado desinteresadamente con sus fotografías, y que han sabido esperar pacientemente la publicación de esta obra para volverlas a tener en su poder. También queremos dejar constancia que esta obra no habría sido posible sin la inestimable colaboración de Miguel Ángel Troitiño Vinuesa hijo de esta villa y que ha contribuido a desvelar la geografía y la historia de El Arenal y de su entorno. A todos ellos nuestro más sincero agradecimiento
Julián Jiménez Amorín
Asociación de Senderismo de El Arenal A.S.E.N.D.A
Reseñas
Raíces de El Arenal. Testimonios de un pueblo de Gredos,
Asociación Senderista ASENDA (El Arenal), Gráficas Olimpia de Arenas de San Pedro, 2001, 223 pp. (Textos: Miguel Ángel Troitiño Vinuesa. Recopilación de fotos: Joaquín Losada Ortega e Ismael Pulido Chinarro).
En la preparación de textos con atención a la fotografía en el Valle, destaca la dedicación del catedrático Emilio C. García Fernández quien solo o en colaboración con el profesor Santiago Sánchez editó en 1994 cuatro libros como «Memoria gráfica» de las villas del Tiétar que conmemoraron en 1993 el VI Centenario del Villazgo: La Adrada, Arenas de San Pedro, Candeleda y Mombeltrán. Luego siguió con otra entidades.
De Arenas se había ocupado con otro sesgo Angel Carretero: Arenas de San Pedro. Antología fotográfica. 25 reproducciones del viejo Arenas. Finales de 1800, principios de 1900 (Imprenta Cervantes de Arenas, Ávila, 1982). De la colección «Pueblos en blanco y negro», que PubliSher Navalmoral-División Editorial S.Y.C. prometía, sólo se publicó, al parecer, Arenas de San Pedro (1998), con material organizado y comentado.
Raíces ofrece un tratamiento que lo hace singular dentro del género. Abre con un «Acercamiento a la realidad histórico-geográfica de El Arenal», por nuestro máximo experto en temas de organización territorial y medioambiental, Miguel Ángel Troitiño Vinuesa, hijo de la villa y catedrático de la Universidad Complutense.
Tras los datos de situación y dependencia inicial como aldea de Arenas, pasajes arenalos del Libro de la Montería (s. XIV), conciertos para los pasos del ganado hacia la sierra (s. XVI), relaciones y censos de población, comentario a las «Ordenanzas de 1704», la «Carta de Villazgo» (1732) como lanzadera de la expansión económica y demográfica, las «Respuestas generales» del Catastro de Ensenada (1752), vicisitudes tras la Guerra de la Independencia en el XIX y los cambios en el siglo XX marcados por la fuerte presión demográfica, recesión económica, emigración masiva y nuevas expectativas al quedar integrado El Arenal en el Parque Regional de la Sierra de Gredos (1996).
Como segunda parte, el material gráfico «Imágenes de un siglo» tematizadas en 15 epígrafes, exposición evocadora de los momentos cardinales en las edades del hombre (infancia, comunión, actividad laboral y vida cotidiana, paleros y segadores, servicio militar, ritual de la boda, religiosidad, el vítor de congratulación, rondas y actos festivos, toros, ocio de cazadores y senderistas… ), sin olvidar espacios urbanos y edificios relevantes, rincones y paisajes, pagos y parajes serranos, las Majadas, testimonios de la emigración en América o Francia, vestimenta común o serrana, arquitectura popular, ajuar, mobiliario, aperos, animales domésticos…
Espléndido documental etnográfico de los arenalos a los que se identifica cumplidamente o por apodos más o menos afectivos.
El Arenal se ha señalado por la inquietud de sus gentes que los llevaba a todos los caminos como transportistas de madera y artesanos paleros de fama. Ese aliento lo demostraron como adelantados de la emigración moderna en el Valle especialmente hacia Francia. Raíces de El Arenal ha sido editado por la «Asociación de Senderismo de El Arenal. ASENDA». Iniciativa ejemplar. Cuando por incuria todo se espera de las instituciones públicas, advertimos que sólo la conjunción del dinamismo de las asociaciones ciudadanas con el mundo oficial puede revitalizar nuestros pueblos y patrimonio. El punto final no puede ser otro que el homenaje a este pueblo laborioso y culto que, según compilación de Pablo Labrado Familiar, tenía en los años 80 un 12 % de titulados universitarios. Además le honra ser el único de la antigua Villa y Tierra de Arenas que ha conservado con celo las Ordenanzas de 1733, una joya. Después de Raíces de El Arenal. Testimonios de un pueblo de Gredos, magnífica iniciativa de ASENDA, no nos sorprendería la creación en la villa del «Museo de Artes y Tradicionales Populares» que el Valle está esperando. Las bases: el espíritu de la citada Asociación y los excelentes materiales aquí seleccionados.
Eduardo Tejero Robledo
Revista “Arenas de San Pedro y us Fiestas”
Año 2002
Raíces de El Arenal. Testimonios de un pueblo de Gredos,
Ávila, Asociación Senderista ASENDA (El Arenal), Gráficas Olimpia de Arenas de San Pedro, 2001, 223 pp.
(Textos: Miguel Ángel Troitiño Vinuesa. Recopilación de fotos: Joaquín Losada Ortega e Ismael Pulido Chinarro)
En la preparación de textos con atención monográfica a la fotografía en Ávila destaca la dedicación del catedrático Emilio c. García Fernández quien solo o en colaboración con el profesor Santiago Sánchez González editó para la Institución “Gran Duque del Alba” El reportaje gráfico abulense: José y Antonio Mayoral (1988) y Cebreros, Imágenes para el recuerdo (1993). En 1994, cuatro libros como “memoria gráfica” de las villas del Tiétar que conmemoraron en 1933 el VI Centenario del Villazgo: La Adrada, Arenas de San pedro, Candeleda y Mombeltrán. Por motivación semejante, Cuevas del Valle. Imágenes de una vida (1995) y Sotillo de la Adrada. Imágenes de un siglo (1998). Todos con “Introducción” para justificación y aproximación en síntesis a la historia y vida de la entidad correspondiente.
De la colección “Pueblos en blanco y negro” que PubliSher Navalmoral-División Editorial S.Y.C. prometía “sobro todos y cada uno de los bellos municipios del Valle del Tiétar”, sólo se publicó, al parecer, Arenas de San Pedro (1998), con material organizado y comentado. Arranca con anotación histórica del profesor Fulgencio castañar. En “testimonios”, breve artículos sobre la Fundación “Marcelo Gómez Matías” (Caridad Galán), “La cocina de Arenas” (David Vázquez Machero), “Historia del Deportivo Arenas” (Heliodoro), “Apodos y Motes” (Juan Moreno “Mere”) y “Arenas” (Juan Manuel Acevedo)
Espacio y repertorio fotográfico
El libro que comentamos ofrece un tratamiento que lo hace singular dentro del género. Su formato mayor, 20 X 28, da cabida a una extenso y ajustado “Acercamiento a la realidad histórico-geográfica de El Arenal”, a cargo de nuestro máximo experto en temas de organización territorial y medioambiental, Miguel Ángel Troitiño Vinuesa, hijo de la villa y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid. Tras los datos de situación y dependencia inicial como aldea de Arenas, proporciona pasajes arenalos reseñados en el Libro de la Montería (s. XVI), escrituras de concierto para los pasos del ganado hacia la sierra (s. XVI), relaciones y censos de población, el comentario pormenorizado a las modélicas “Ordenanzas de 1704”, la “Carta de Villazgo” (1732) como lanzadera de la expansión económica y demográfica, las “Respuestas generales” del Catastro de Ensenada (1752), informe exhaustivo con vistas a una moderna fiscalidad, vicisitudes tras la Guerra de la independencia en el siglo XX marcados por la lenta incorporación al progreso, fuerte presión demográfica, recesión económica, emigración masiva, relativa estabilidad en las condiciones de vida para los que quedaron o retornaron y nuevas expectativas al quedar integrado El Arenal en el Parque Regional de la Sierra de Gredos (1996).
Como segunda parte, el material gráfico “Imágenes de un siglo” tematizadas en 15 epígrafes con su presentación pertinente. Exposición histórica y evocadora de los momentos cardinales en la secuencia de las edades del hombre (infancia, comunión, actividad laboral y vida cotidiana, paleros y segadores, servicio militar, ritual de la boda, religiosidad, el vítor de congratulación, rondas y actos festivos, toros, ocio de cazadores y senderistas…..), sin olvidar espacios urbanos y edificios relevantes (callejero, barrios, plaza, fuentes, ayuntamiento, iglesia, ermita del Cristo y de los Remedios, casa curato, escuelas, puentes…), rincones y paisajes, pagos y parajes serranos, las Majadas, testimonios de la emigración en América o Francia, vestimenta común o serrana, arquitectura popular, ajuar, mobiliario, aperos, animales domésticos…, Espléndido documental etnográfico de los arenalos a los que se identifica cumplidamente o por apodos más o menos afectivos.
Libro peculiar de un pueblo emprendedor
Quizás fue El Arenal durante siglos el pueblo más aislado en la tierra de Arenas, sin embargo el espíritu emprendedor de sus gentes los llevaba a todos los caminos como transportistas de madera y artesanos paleros de fama. Este aliento lo demostraron como adelantados de la emigración moderna en el Valle especialmente hacia Francia. También hay que reconocer que el arenalo ha entendido a su historia y cuenta con monografía y libros varios. De los enumerados en “Referencias bibliográficas”, cierre de Raíces, destacamos: El Arenal. Contribución al estudios geográfico de la vertiente meridional de Gredos (1976), del pionero Miguel Angel Troitiño Vinuesa; El Arenal. Biografía de un pueblo de Gredos (1997), de Juan Infante Cortázar, y el presente de Raíces de El Arenal, sorprendentemente editado y promovido por la “Asociación de Senderismo de El Arenal. ASENDA”. Tal iniciativa nos aparece ejemplar. Cuando por incuria todo se espera de las instituciones públicas, tenemos el convencimiento de que sólo la conjunción del dinamismo de las asociaciones ciudadanas con el mundo oficial puede revitalizar nuestros pueblos y nuestro patrimonio.
El punto final no puede ser otro que el homenaje a este pueblo laborioso y culto que. Según compilación de Pablo labrado Familiar, tenía en los años 80 un 12% de titulados universitarios (JIMÉNEZ JUÁREZ E.: Cancionero español. Arenas de San Pedro, Madrid, 1993, 369-370). Además le honra ser el único de la antigua Villa y tierra de Arenas que ha conservado con fidelidad en su archivo esa joya que son las Ordenanzas de 1733. Y tras la guerra civil, la sensatez evitó la destrucción masiva de papeles, de modo que se ha podido reconstruir una experiencia educativa de alcance en la 2ª República:”Una misión pedagógica en 1933 en el pueblo de El Arenal (Ávila)”, por José Luis González Sánchez (Trasierra, 4, 1999).
ASENDA, en actitud que también la realza, dedica los beneficios que genere la venta del libro a “potenciar actividades y proyectos culturales propios o colaborando con otras entidades culturales de esta misma población”. Después de este magnífico Raíces de El Arenal. Testimonios de un pueblo de Gredos no nos sorprendería que se animara la creación en la villa del “Museo de Artes y Tradiciones Populares” que el Valle está esperando. Las bases: el espíritu de la citada Asociación y los excelentes materiales acopiados en este libro.
Eduardo Tejero Robledo
(RESEÑAS. TRASIERRA, 5, 2002. Páginas 266,267 y 268).
Textos
Un acercamiento a la realidad histórico-geográfica de El Arenal.
Las imágenes que se recogen en este libro buscan un acercamiento al pasado reciente de nuestro pueblo, así como a sus costumbres, tradiciones, modos de vida, religiosidad, fiestas y paisajes. Para una mejor comprensión de “nuestras raíces” y una adecuada contextualización de la documentación fotográfica, nos ha parecido oportuno incorporar una sintética aproximación geográfico-histórica.
El paisaje arenalo ha ido cambiado a lo largo del tiempo y muy especialmente en las últimas décadas; los testimonios fotográficos del último siglo nos ayudarán a tener memoria histórica y a valorar el sentido de los cambios. El paisaje y la sociedad se adaptan a las nuevas realidades económicas y sociales, realidades donde la preservación de los recursos naturales, culturales y paisajísticos, la integración de las actividades turístico-recreativas y el control de las nuevas construcciones requieren nuevas formas de mirar, pensar y, especialmente, de actuar. Todos queremos a nuestra tierra, al ser algo que forma parte de nuestra forma de sentir y de pensar, pero no deberíamos olvidar que también tenemos la obligación de cuidarla y preservarla para que la disfruten nuestros hijos y las generaciones venideras. Cuidar no significa convertir el campo en un museo sino utilizarlo y gestionarlo de forma responsable.
El futuro se construye con cariño e imaginación, el mañana de nuestro pueblo dependerá, en buena medida, de la capacidad de los responsables municipales y de todos los arenalos para aprovechar inteligentemente las oportunidades del presente. Estas oportunidades existen y el Parque Regional de Gredos, el Programa de Desarrollo Local del Bajo Tiétar y, especialmente, nuestros valores y recursos medioambientales deben permitir abrir nuevos horizontes.
Por todo ello, la mirada que aporta este libro permite una doble lectura, por un lado con la nostalgia de un paisaje y de unas personas que ya no están con nosotros, por otro de realismo, al permitirnos comprender mejor lo que hemos sido. Contribuirá, como obra de muchas personas, a reforzar nuestra memoria colectiva y servirá para conocer mejor nuestras Raíces.
Miguel Angel Troitiño Vinuesa
Catedrático de Geografía e Historia
Universidad Complutense de Madrid